
Jesús resucitado siempre vuelve a nuestra vida, muchas veces de manera inesperada: en una palabra, en un encuentro, en la oración, en la comunidad, en el consuelo interior que sólo el Espíritu puede dar.
Sacerdote jesuita, guatemalteco, de la provincia de Centroamérica. Maestría en teología latinoamericana, UCA, El Salvador. Comparto con Jon Sobrino, S.J., que "fuera de los pobres no hay salvación", las masas empobrecidas son un lugar de encuentro con el Señor.
Jesús resucitado siempre vuelve a nuestra vida, muchas veces de manera inesperada: en una palabra, en un encuentro, en la oración, en la comunidad, en el consuelo interior que sólo el Espíritu puede dar.
La respuesta de Jesús es poderosa: «El que de vosotros esté sin pecado, sea el primero en arrojar la piedra». Con esta afirmación, nos recuerda que todos somos imperfectos y que el juicio debe ser acompañado de humildad y autoconocimiento. En un mundo donde a menudo se señala con el dedo, este mensaje es un llamado a la compasión y a la empatía.
«El Espíritu del Señor está sobre mí, porque él me ha ungido. Me ha enviado…
Este tiempo litúrgio está marcado positivamente por la espera gozosa y vigilante, el arrepentimiento y conversión.
En este hombre se da un cambio social y espiritual. De marginado, pasa a ser incluido, de limosnero a rebosante de vida y de tullido a seguidor de Jesús.
Nosotros también podemos preguntarnos: ¿quién es Jesús para la gente en estos días? Es el hombre libre y liberador integral en múltiples testimonios contemporáneos.
Un encuentro sincero con Jesús siempre provoca un cambio radical. Si escuchamos más a Jesús y leemos con fe el Evangelio, cambiarán nuestras razones para vivir.
Sigamos manteniendo viva la confianza en el Señor. Siempre. También cuando la vida se nos hace más difícil. El Señor puede calmar todos los vientos.
En la solemnidad de la Ascensión del Señor, se nos presenta una invitación clara a actualizar nuestra envío para anunciar la Buena Noticia.
En este Domingo de Pascua, el evangelista san Juan quiere rescatar el papel protagonista de las mujeres y los jóvenes en la naciente Iglesia.