
En nuestra misión de Semana Santa en República Dominicana, brotaron signos de fe y vida que se quedaron enraizados en cada comunidad.
Escolar Jesuita. Estudiante de filosofía en República Dominicana. Una de las formas de vivir mi fe es a través del arte, descubrir cada día que somos capaces de transformar lo que Dios nos confía. Por eso para mí Dios es todo aquello bueno que puede salir del ser humano. Uno de los pasajes de la Biblia que siempre me sorprende y que guarda mucha relación con San Francisco Javier, quien me ha inspirado mucho desde los inicios de mi vocación, es «¿De qué le sirve al hombre ganar el mundo entero si pierde su vida?» (Mateo 16, 26).