
Dios nos conoce a cada uno y sabe las grandezas a las que estamos llamados a cumplir, nos envía como misioneros por el mundo.
Dios nos conoce a cada uno y sabe las grandezas a las que estamos llamados a cumplir, nos envía como misioneros por el mundo.
La sinodalidad implica una escucha de los pobres y marginados que ocupan un lugar preferente en el Reino de Dios, lo cual incluye a las personas migrantes.