
Llama la atención el reto que lanza el evangelista a la juventud, que sólo será dichosa y generosa si se pone al lado de Jesús y comparte lo que tiene.
Llama la atención el reto que lanza el evangelista a la juventud, que sólo será dichosa y generosa si se pone al lado de Jesús y comparte lo que tiene.
El Señor nos enseña el valor esencial del descanso en la vida, la necesidad de detenernos y aprender a cuidar de nosotros mismos.
A Jesús le importa la fe de quienes se acercan, alabando estas actitudes. Por ello le dice a la mujer, «Hija, tu fe te ha salvado.