
Su nacimiento nos confirma que Dios es un Dios con nosotros, un Dios que nos revela que la vulnerabilidad no es debilidad.
Su nacimiento nos confirma que Dios es un Dios con nosotros, un Dios que nos revela que la vulnerabilidad no es debilidad.
Yo le habló a Jesús tal y como soy. Mi vida sin ese amigo Jesús, sería un vacío. Yo encontré a este amigo, después de aquel accidente que sufrí.
Jesús reconoce la dificultad de vivir esta conversión, pero nos da la esperanza que, aunque «es imposible para los hombres, no para Dios».
Pedro González, S.J., dejó un gran legado a Guatemala con el Centro de Imagen y Sonido, con programas sobre reflexión de la Palabra de Dios.
En el tiempo en que la Iglesia hace memoria de la Epifanía del Señor, un…