- Domingo XVI del Tiempo Ordinario – Ciclo B. Domingo, 21/julio/2024
- Marcos (6,30-34). Jesús recibe a los apóstoles
«Al desembarcar, Jesús vio una gran multitud, y tuvo compasión de ellos, porque eran como ovejas sin pastor; y comenzó a enseñarles muchas cosas».
El 18 de enero de 1979, el padre Pedro Arrupe (1907-1991), Superior General de los jesuitas entre 1965 y 1983, hizo una oración conocida como “Nuestro modo de proceder”. En esta oración el P. Arrupe, afirma la necesidad de contemplar la vida de Jesús, “tal cual aparece en el evangelio”, para dejar que el modo suyo vaya transformando nuestras vidas y que se convierta en nuestro propio modo de vernos a nosotros mismos y de ver a los demás.
La actitud contemplativa del “modo de ser de Jesús” a la que nos invita esta oración, puede ayudarnos a entrar en la riqueza del pasaje del Evangelio que la liturgia nos propone para este domingo. En el relato de san Marcos podemos percibir dos escenas: en la primera vemos a los discípulos volviendo entusiasmados de la misión a la que el Señor les había enviado. Si recordamos, el texto del domingo pasado nos habló de cómo Jesús envía a sus discípulos en misión. Al retorno, Jesús les recibe y les invita a descansar pues, como el texto nos dice, “no tenían tiempo ni para comer”. En la segunda escena vemos a la muchedumbre necesitada, que viene a ellos buscando alivio a sus necesidades. Jesús, siente compasión y se acerca a enseñarles con ternura.
En ambas escenas podemos ver de manera extraordinaria, el modo tan sencillo y humano que tiene Jesús de tratar a los demás. Tomando cuidado de sus discípulos, el Señor nos enseña el valor esencial del descanso en la vida, la necesidad de detenernos y aprender a cuidar de nosotros mismos, para luego responder de mejor manera a los ajetreos de la vida. Por otro lado, ante la muchedumbre Jesús, se muestra cercano, capaz de empatizar con las necesidades de quienes vienen a Él. En el texto no vemos milagros extraordinarios, pero vemos de manera extraordinaria el milagro que nos humaniza. En la cercanía de Jesús vemos la humanidad a la que estamos llamados quienes somos sus discípulos. Ya que el mensaje del evengelio no solo es Buena Noticia por su contenido de salvación, sino también por la manera, el modo, en que este mensaje es trasmitido, como Jesús, nuestro Maestro.
Los gestos que vemos en el evangelio de hoy, nos hablan de cómo es Dios con nosotros y de cómo nosotros estamos llamados a ser, los unos con los otros. Pidamos al Señor que podamos experimentar esa manera suya, tan sencilla y cercana de tratarnos en lo cotidiano de nuestra vida. Que nosotros aprendamos de Él a tratar a los demás con la misma ternura.
Con el P. Arrupe podemos orar diciendo: Señor… Enséñanos «tu modo» para que sea “nuestro modo”…ser compañeros tuyos, «alter Christus» cada uno de nosotros, colaboradores tuyos en la obra de la Redención.
Por P. Carlos López, S.J.