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La bota que ayer pisoteó la flor
no sabe del amor y la ternura.
ser compasivo es una locura,
estar con los últimos es un honor.

La noche nos trae su amnistía,
la luz solo viene de Galilea
el Espíritu de Dios aletea
en los pobres contra la tiranía.

Mujer, niño, migrante, campesino del
Dios liberador los preferidos,
ofrecen redención al asesino.

Farolito que nos das esperanzas
alfombra: el corazón recordando,
la utopía para las andanzas.

Por Edwin Martínez García

Segundo lugar del VII Certamen de poesía conmemorativa de los Mártires de la UCA

Publicado en Diakonía (No. 151), diciembre de 2014